'Para Edith Wharton el estilo era mucho más que la ropa. Era una actitud'
Entrevistamos a Katherine Joslin, autora de 'Edith Wharton and the making of fashion' para analizar qué papel jugaba la moda en la vida de la genial escritora
Beatriz García
14 de febrero de 2012
Edith Warthon (Nueva York,1862) fue, además de una de las mejores escritoras del Siglo XX, una especie de trendsetter de su época. Siempre interesada por todo lo que fuera refinado y de buen gusto, la escritora aprovechaba sus viajes a Europa para empaparse de todas las tendencias en ropa y decoración. Aprovechando que se acaban de cumplir 150 años de su nacimiento, charlamos con Katherine Joslin, profesora de la Universidad Western Michigan y autora del libro Edith Warthon and the making of fashion, sobre las claves del estilo de la ganadora del pulitzer por la La Edad de la Inocencia.
¿Cómo era la relación de Edith Wharton con la moda?
Creo que es interesante analizar que la señora Wharton venía de una familia muy adinerada. Formaba parte de la alta burguesía de Nueva York. Su familia era una de las 400 más ricas de la cuidad. Por lo tanto tenía la oportunidad de viajar con frecuencia a Europa. Allí era donde encontraba la inspiración para vestirse. En Francia concretamente, solía ir de compras junto a su madre, Lucretia Jones, a la Rue de la Paix. Allí visitaban los talleres de Charles Frederick Worth y Jacques Doucet, que como sabes son los padres de la alta costura.
Entonces, ¿fue Europa su principal fuente de inspiración?
Totalmente. De hecho, siempre volvía de los viajes cargada de cosas. Es muy curioso pero una vez, cuando regresó de uno de sus viajes, le hizo saber a sus amistades que encontraba la ciudad de Nueva York un sitio muy feo. Ella pensaba que en Estados Unidos no había un interés profundo por el arte, algo que sí ocurría en la Europa de la época.
¿Cómo definiría su estilo?
Para Edith Wharton el estilo era un todo. Era algo universal. No tenía solo que ver con la ropa y los accesorios. Para ella el estilo también eran los autores que lees, la manera en que te comportas, en que hablas, en que escribes, el modo en el decoras tu casa o en el que diseñas tu jardín. Iba más allá de la ropa. Era una actitud.
¿Cuáles eran las claves de su forma de vestir?
Tanto en su propia vida como en la de sus personajes prestaba mucha atención a que la ropa fuese apropiada para el momento. Eso es lo que más le preocupada a la hora de vestir. Se esforzaba por encontrar piezas que fueran apropiadas para cada instante. Siempre decía que lo más importante a la hora de vestirse era el sentido común. Por otro lado, siempre insistía en que había que prestar mucha atención a la forma del cuerpo de cada uno, al tipo de constitución de cada persona. En una ocasión escribió que las claves de la máxima elegancia eran la moderación, la finura y la relevancia.
¿Qué tipo de prendas abundaban en su armario?
Depende de la época de su vida en la que nos fijemos. Al principio usaba ropa más encorsetada. Muchos corsés y sombreros. También le gustaban mucho las pieles. Pero su estilo evolucionó mucho con el tiempo. En la década de los años 30, comenzó a usar diseños de Coco Chanel. Ten en cuenta que la ropa de décadas anteriores no dejaba casi movilidad y la mujer moderna necesita poder moverse con naturalidad. Es por esta razón que le encantaba la comodidad de las prendas de Coco Chanel.
Y ¿qué me dice de los accesorios?
Le gustaban mucho las joyas. Sobre todo las perlas, los diamantes y los zafiros. Y, por supuesto, como accesorio principal usaba los sombreros que son una clave de su estilo.
Portada del libro
Portada del libro 'Edith Wharton and the making of fashion'. Imagen de Wharton
Cuando se fija en la manera de vestir de la mujer de hoy en día, ¿encuentra influencias de Edith Wharton?
Sí las encuentro. Creo que ha sido un personaje muy influyente más allá de la literatura. Los sombreros son algo que a veces cuando se los veo a la gente puestos pienso: 'Wow esto es muy Edith Wharton'. Además, a ella le gustaba mucho mezclar una pieza tradicional y antigua con algo nuevo y eso es algo que se hace mucho ahora. Pero no hay que olvidar que también ha sido muy influyente en el mundo de la decoración y el diseño de jardines.
¿Cómo podríamos aplicar las enseñanzas de Edith Wharton a la decoración de nuestras casas?
Para ella era muy importante la armonía entre la fachada de la casa y la decoración interior. Pensaba que era imprescindible que el estilo exterior estuviera relacionado con el interior. Además, todo tenía que ser bastante simétrico y estar en armonía. Para ella la decoración tenía que tener ritmo para el ojo al igual que la poesía satisface el oído.
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